Mary Yamakawa se licenció en Arquitectura y Urbanismo y pasó por el mundo empresarial antes de encontrar en la cerámica una fascinación, estableciendo paralelismos entre los procesos con la arcilla y ambas formas de entender el mundo.
Para María, el moldeado a mano nos recuerda la vida: imperfecta, llena de agujeros, altibajos.
En su estudio, en la ciudad de Florianópolis, Mary crea piezas en arcilla negra (rica en titanio): tazas y objetos, jarrones que cautivan por el tamaño de sus asas; creaciones en tonos terracota y otras piezas de su universo “perfecto imperfecto”. “El estudio de las formas a veces pasa por el dibujo, por lo imaginario y también por lo instintivo. A veces el plan sale mal, pero al final sale bien”.