Tres hermanos, Kayuna Mehinako, Karapüta Michel Mehinako y Amarika Rafael Mehinako, son artistas de la aldea Uyaipiuku Mehinako. Su padre fue una gran inspiración para su trabajo, en particular, su talento para hacer bancos. De niños, les fascinaban las artesanías de su padre y con el tiempo se dieron cuenta de que eran capaces de producir esas obras de arte ellos mismos.
A medida que perfeccionaron sus habilidades, su pasión por su oficio se hizo cada vez más fuerte. Su esperanza es mejorar continuamente sus vidas y las de su familia a través de su trabajo. Los tres hermanos crean sus propios bancos, utilizando sus habilidades y talentos únicos, mientras se apoyan y trabajan juntos como un equipo. Esta es su historia de dedicación y apoyo familiar en el mundo del arte.